La magia patagónica de Huilo Huilo

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Neltume y Puerto Fuy son dos pequeñísimos pueblos montañosos de origen maderero ubicados apenas se cruza la frontera, desde el Parque Nacional Lanín, hacia Chile. Ambos son hoy parte de una de las reservas naturales privadas más impactantes de América del Sur. Con el nombre de Reserva Huilo Huilo se creó un área protegida de 60.000 hectáreas de bosque valdiviano, con termas naturales, lagos inexplorados y acceso directo desde el lugar hasta el volcán Mocho Choshuenco. Así nació una nueva forma de ver el bosque, haciendo de pueblos madereros verdaderos oasis de conservación y sustentabilidad.

Y el entorno es lo suficientemente especial como para dar vida a esta idea: una de cada tres especies de aves y mamíferos presente en Huilo Huilo son endémicas; más de la mitad de especies de peces de agua dulce son exclusivas de los ríos y lagos de esta región, y dos de cada tres especies de anfibios de bosque se pueden encontrar aquí. Para completar una propuesta realmente especial, algunos de los hoteles más llamativos e innovadores del mundo se han desarrollado aquí mismo. A saber:

Nothofagus: en medio del bosque más denso la figura extraña del hotel Nothofagus (nombre científico de una familia de árboles locales como lenga, ñire o coihue) parece surgida de un libro de Tolkien. Nadie se extrañaría si el conserje fuera Frodo. Se trata de una estructura de madera de 35 metros de alto, realizada con maderas y sabia mano de obra de la región. El hotel se emplaza sobre la raíz de un roble centenario, y junto a ella una cascada recibe a los visitantes cuando ingresan a lo que sería el lobby. Para subir al primer piso una rampa con barandas de mañío y raulí cubiertas de lianas y raíces invita a adentrarse en el misterio.

Las habitaciones son menos exóticas, pero igualmente especiales. En los últimos pisos uno puede verse cara a cara con el dosel como si estuviera en un canopy. Y por el diseño único del edificio, la mayoría de las habitaciones son distintas entre sí.

Montaña Mágica Lodge: si el Nothofagus es propio de Tolkien, el Montaña Mágica Lodge no se queda atrás. Aunque su nombre remite a otro escritor, Thomas Manhs, cuyo libro homónimo habla del poder de sanación de la naturaleza cuando se está en contacto directo con ella. Como si fuera el gran sombrero de un druida o un hechicero del bosque, el edificio del hotel tiene base circular y un techo que se eleva hasta terminar en una punta que hiere el cielo. Desde esa cumbre brota agua que baña su fachada. Esa misma agua hace un recorrido por acequias que la llevan más tarde al propio Nothofagus.

Reino Funghi: siguiendo la línea arquitectónica que sus creadores llaman surrealismo étnico y que dio luz al Nothofagus, el lodge Reino Funghi es un edificio de tres plantas, con conexión directa al Lawenko Spa, otro espacio igualmente llamativo. El hotel cuenta con 22 habitaciones. En el centro, un espacio con lucarna deja paso a un roble que supera la altura del edificio. A su vez, Reino Funghi se conecta con el Nothofagus por una serie de pasarelas en altura; transitarlas es parte de la aventura de vivir entre árboles.

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