Tranquilidad absoluta, verdes intensos y mucha calidez. El tesoro mejor guardado de la Patagonia chilena se llama Jéchica; lo invitamos a respirar su aire.
Stop. Deténgase un momento y respire hondo. Imagínese una isla prácticamente entera para usted. Una isla cálida, silenciosa, de verdes exuberantes, casi virgen. Tentador, ¿cierto? Y si a eso le sumamos sólo tres cabañas escondidas, un club house, distintas excursiones y comida deliciosa, será aún más imposible resistirse. Y es que Jéchica es así, total y completamente cautivante.
Llegar a esta isla tiene algo de odisea, pero de esas agradables y con final feliz. Una vez en Puerto Montt, capital de la Región de los Lagos al sur de Chile, hay dos opciones: cruzar hasta Quellón en barcaza y luego seguir en barco hasta Melinka o bien volar hasta este último lugar por medio de aerolíneas regionales. En Melinka, puerto ubicado en la Región de Aysén y capital de la comuna de Las Guaitecas, habrá un lanchón esperando iniciar el recorrido final hasta Jéchica, Marina & Refugio.
Refugio de primera
Hace alrededor de 10 años, el empresario chileno Luis Chadwick divisó por mar estas casi ocho mil hectáreas de tierra. Tan encantado quedó con el lugar que decidió pedirle al gobierno su concesión. Y le fue bien. Al poco tiempo comenzó el desarrollo de un refugio y marina para los navegantes del sur de Chile. Una parada, un descanso, un apoyo; esas fueron las primeras pretensiones de lo construido en Jéchica. Hoy este ecolodge recibe a todos los que quieran explorar la Patagonia chilena. Es cierto que a simple vista es ideal para los de alma y espíritu aventurero, sin embargo, también lo es para los contemplativos, los gourmet, los fanáticos de la pesca, los curiosos, los amantes del “verde” y para los que buscan algo de paz.
Lo que pasa es que acá lo de “atendido por su propio dueño” se da sin excepción, por eso todos los que visitan esta isla se sienten acogidos como en su propia casa.
Ritmo isleño
El día en Jéchica comienza temprano. Luego de abandonar sus cálidas y elegantes cabañas sumergidas en un milenario bosque siempreverde, los huéspedes se juntan a tomar desayuno en el club house. Ahí mismo, alrededor de la chimenea, el guía les da a conocer el listado de opciones para elegir: navegación, kayak, pesca y trekking de diversas extensiones e intensidades. Aunque si alguno prefiere pasar una jornada indoors, puede quedarse en la casa principal y leer uno de los tantos libros de la biblioteca, navegar por internet, ver una película en la sala de DVD o pasar horas descubriendo el mundo en la entretenida mapoteca.
Cuando cae la tarde y los paseos llegan a su fin, todo vuelve al mismo punto. Al día siguiente otro rumbo será el elegido, siempre acompañado de cipreses, notros, mañíos, coigües, algún carpintero magallánico y el baile de los delfines australes.
Vuelos LAN: a Puerto Montt todos los días desde Santiago de Chile.
Proyecto 2010
Los gestores de Jéchica, Marina & Refugio acaban de inaugurar el Club Isla Jéchica, que consiste en compartir la belleza patagónica, apoyando la conservación del lugar. El primero en su tipo, el club promueve el compromiso por la navegación, la naturaleza y los canales patagónicos del sur de Chile. Suscripciones y más información en:
www.islajechica.cl
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